lunes, 7 de junio de 2010

UNIDAD I. INTRODUCCIÓN.
1.1. Definición de Entomología Económica.

Estudia los insectos que se comportan como plagas agrícolas y trata de dar los mejores métodos para combatirlos y provee los conocimientos básicos para la identificación de las
plagas, así mismo nos da las
herramientas para llevar a cabo un manejo adecuado de ellas.

1.2. Objeto de estudio de la Entomología Económica.

Consiste en el estudio de los insectos (Clasificación taxonómica, distribución y hospedantes, descripción morfológica, hábitos, daños, muestreo y umbral económico) y de las herramientas necesarias para minimizar los problemas que ocasionan a los cultivos agrícolas.

1.3. Diferencias que existen entre los términos comunes usados como “combate de plaga”, “control de plaga” y “control técnico de plagas”.
Combate de plagas.
Se refiere al propósito de abatir las poblaciones de plagas y consecuentemente el daño que ocasionan.

Control de plagas.
Se refiere a la accion de abatir las poblaciones de plagas y su daño a niveles sub-económicos, sin tomar en cuenta el costo de su accion.

Control técnico de plagas (MIP).
Se refiere a la accion de abatir las poblaciones de plagas antes de que estas rebasen el umbral económico de daño y su costo debe ser menor al daño económico prevenido.

1.4. Definir exactamente lo que es el nivel de daño económico, umbral económico y punto general de equilibrio de los insectos plagas.

Nivel de daño económico.
Esta medida cuantitativa de la densidad de la plaga determina si un insecto componente del agro ecosistema se puede considerar como plaga. Cuando no se tiene un cálculo de la densidad de la plaga que se puede tolerar sin sacrificio del rendimiento del cultivo, no se puede establecer una justificación de las dosis de insecticidas ni del daño excesivo al cultivo. Así, la determinación del nivel de daño económico es decisiva al definir el último objetivo de cualquier programa de control y para delimitar el nivel de población de la plaga bajo el cual el daño causado todavía es tolerable y que, si se excede, se requieren intervenciones específicas para impedir que un brote significativo de la plaga cause daño importante al cultivo.

Se han propuesto varias definiciones para describir el nivel de daño económico: es la más baja densidad de población que causa daño económico; es el nivel en el cual el daño ya no es tolerable y, por tanto, es deseable iniciar actividades específicas de control; es la densidad más crítica en la que las pérdidas causadas por la plaga igualan en valor al costo de las medidas de control de que se dispone. El concepto del nivel de daño económico es flexible y varía de un área a otra, de variedad a variedad y aun entre dos campos adyacentes, dependiendo de las prácticas agronómicas específicas. El nivel de daño económico disminuye en tanto aumenta el valor del cultivo y el perfil del consumidor. En estos casos para los árboles frutales, maíz dulce, espárragos, papas, flores en general y similares, el umbral puede ser muy bajo, ya que el ataque de un solo insecto en los frutos y/o flores influye drásticamente en la forma de cómo el consumidor acepta el producto. También existen cambios en el. Desarrollo de los mercados, corno el rápido crecimiento de la industria de alimentos congelados, las leyes reguladoras del FDA acerca de la presencia de fragmentos de insectos en los productos enlatados, pueden producir cambios decisivos en los niveles de daño económico a los cultivos de verdura y frutas. El nivel de daño económico está en relación inversa al precio del producto y directamente relacionado con el costo del control.

Para los insectos que actúan corno vectores de enfermedades de plantas y animales, se considera una categoría especial de nivel de daño económico. Aquí el ataque de un solo insectos puede causar la muerte de un árbol valioso, un animal doméstico o inclusive de un ser humano.

Como ejemplos se citan: Scolytus multistriatus (Marsham) y la enfermedad del olmo Holandés; las moscas tse-tse, Glossina spp., la tripanosomiasis Africana, así como Aedes aegypti (L.) y la fiebre amarilla. Los valores económicos apenas se pueden establecer para fijar el costo de tales depredaciones y el nivel de daño económico se acerca a una población de cero.

Umbral económicoTambién se conoce como umbral de acción. Se reportan varias definiciones dentro de las que destacan: es la densidad a la cual se deben iniciar las medidas de control para prevenir un incremento en la población de la plaga impidiendo así que llegue al nivel de daño económico; es el nivel al cual el daño ya no es tolerable, y por lo tanto el nivel en el cual se deben iniciar las medidas de control mas apropiadas.
Una población que cada vez causa más daño puede ocurrir como resultado de una mayor densidad (número de individuos) o de un aumento en la biomasa (tamaño de los individuos). El incremento en biomasa se da cuando disminuye la densidad de población. El umbral económico siempre representa una densidad de plagas menor que la del nivel de daño económico, con el fin de permitir el inicio de las medidas de control, de tal manera que se puedan llevar acabo antes de que la densidad de plaga exceda el nivel de daño económico.

Para determinar el umbral económico se deben considerar dos criterios:
l. La pérdida de dinero asociada con el número específico de insectos para un área determinada por hectárea, metro de surco, planta, redazo, etc.
2. El costo del control (insecticidas y aplicaciones) en esa área determinada.
Cuando el criterio 1 iguala al criterio 2, el control llega a ser económicamente factible y el umbral económico es alcanzado.

Es necesario hacer correcciones en los umbrales básicos que se establecen; esto es debido a los cambios en los costos de los agroquímicos y el valor de las cosechas. Esto significa que cuando se incrementa el costo del insecticida aumenta el umbral, y cuando existe un incremento en el precio de las cosechas en el mercado, baja el umbral.
El umbral económico debe ser evaluado en términos de condiciones climáticas locales, época del año, estado fenológico Y tipo de cultivo, la variedad, prácticas culturales, el propósito del cultivo y las variables económicas; también está determinado por el estado de desarrollo de la plaga.
Una práctica efectiva del manejo de plagas en cualquier cultivo depende de un umbral económico realista, y la carencia de umbrales económicos establecidos para realizar medidas de control es la razón de la confusión en el control de las plagas. Un aspecto similar existe para la mayoría de las plagas del mundo ya que se cuenta con poca información que pueda ser utilizada eficientemente por los especialistas en el manejo de plagas y que sea entendida por los agricultores para indicarles cuando la densidad de una plaga requiere aplicación de insecticida para proteger el cultivo Esta falta de conocimientos sobre la relación rendimiento-densidad de la plaga nos lleva a establecer juicios frecuentemente equivocados y a realizar medidas de control excesivas e innecesarias.

Posición general de equilibrio.
La posición general de equilibrio es el promedio de la densidad de población de los insectos durante un período de tiempo prolongado, sin que se modifique por los efectos del control de plagas. La densidad de poblaci6n fluctúa alrededor de este nivel medio como resultado de la influencia de factores que dependen de la densidad, tales como parasitoides, depredadores y enfermedades. El nivel de daño económico puede ocurrir a cualquier nivel, desde los inferiores hasta los que sobrepasen la posición de equilibrio general.

Desde este punto de vista los insectos se agrupan en cuatro categorías generales, y son las siguientes:

1. Muchas especies de insectos se alimentan de cultivos sin alcanzar jamás densidades bastante altas como para ocasionar daño económico, o sea que no alcanzan el umbral económico (Figura 1) y por lo tanto, casi nunca se aprecian. A estos insectos se les conoce como plagas potenciales. Los ejemplos más comunes son los siguientes: gusano cabezón Urbanus proteus en fríjol, barrenadores del tallo como el torito de la soya Dectes texanus y picudo de la soya Sternechus palladatus y Elasmopalpus lignosellus en sorgo, chinche de encaje en maíz, etc.



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FIGURA 1. Plaga potencial. Picudo de la soya Sternechus pa//adatus

En este caso las poblaciones se mantienen bajas debido a la acción de los enemigos naturales eficientes, prácticas culturales desfavorables para los insectos, uso de variedades tolerantes, condiciones climáticas adversas, etc. Al desaparecer una o más de estas condiciones adversas, las plagas potenciales se pueden transformar en otra categoría.

2. Otro numeroso grupo de insectos constituyen plaga ocasional. (Figura 2) y éstos exceden los niveles de daño económico y superan el umbral económico ocasionalmente en determinada época y en años alternados. Esto solo ocurre cuando sus densidades de población se ven afectadas por el tiempo extremoso y el uso indiscriminado de insecticidas. Los ejemplos incluyen plagas como el pulgón del cogollo Rhopalosiphum maidis en maíz, ácaro del tomate Aculops (Vasates) lycopresici, diabróticas en soya, gusanos trozadores en cártamo, soya, algodón, gusano cogollero como barrenador de la base del tallo en maíz, etc. El incremento ocasional de estas plagas se asocia con factores climáticos favorables, deficiencia temporal de los enemigos naturales, variación de las prácticas culturales, etc.


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FIGURA 2. Plaga ocasional. Pulgón del cogollo Rhopalosiphum maidis en maíz
En sus máximas densidades de población se requiere alguna intervención, generalmente por medio de insecticidas, para reducir el número de individuos a niveles tolerables.

3. El tercer grupo de insectos lo constituyen las plagas que se presentan periódicamente todos los años, causando daños de importancia económica, sobre todo en determinada época del año. En este caso las poblaciones tienen nivel de daño económico (NDE) un poco arriba de la posición general de equilibrio (PGE) (Figura 3), y las intervenciones son necesarias cada vez que la población tenga fluctuaciones ascendentes y alcancen el umbral económico. Estos insectos son plaga perenne. y en esta categoría se encuentran la mayoría de las plagas que atacan cultivos de importancia económica, en las que destacan: minador de la hoja Liriomyza sativae Blanchard en tomate y chile, gusano cogollero Spodoptera frugiperda Srnith en maíz y sorgo, gusano alfiler Keiferia lycopersicella Walsh. en tomate, conchuela Epilachna varivestis Mulsant en fríjol, gusanos terciopelo Anticarsia gemmatalis y falso medidor Chrisodeixis includens en soya, etc. La práctica general es aplicar insecticidas cada vez que sea necesario, con el fin de producir una densidad promedio de población menor al nivel de daño económico.



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FIGURA 3. Plaga ocasional. Gusano cogollero Spodoptera frugiperda Smith en marzo

4. En una población de insectos que se presenta causando daños de importancia económica en forma persistente año tras año, durante periodos largos y normalmente causan daños económicos por debajo de la posición general de equilibrio (figura 1.30) se encuentran las Plagas severas o clave. Entre los ejemplos se incluyen los siguientes: Laspeyresia pomonella (L.) en manzana, Heliothis zea en maíz dulce, palomilla dorso de diamante Plutella xylostella en crucíferas, barrenillo Anthonomus eugenii en chile, mosquita blanca Bemisia spp y pulgones como vectores de virus en hortalizas, barrenadores de la guía y fruto Diaphania nitidalis y O hyalinata de las cucurbitáceas, etc. En este caso se requieren aplicaciones regulares y constantes de insecticidas para que la producción llegue a los mercados en condiciones aceptables.

Las mismas plagas de insectos que atacan a varios cultivos pueden ocasionar diferentes daños económicos. Heliothis zea cuando se alimenta de alfalfa nunca alcanza una densidad de población suficiente para causar daño económico y por lo tanto, se ubica como plaga potencial. Al igual que el Heliothis armígera (Hübner), Heliothis zea es una de las principales en el algodón con un umbral económico de cuatro larvas por planta, requiere generalmente aplicaciones de insecticidas varias veces al año; corresponde a la categoría de plaga perenne. El mismo Heliothis zea causa un daño severo cuando ataca al maíz dulce, tiene un umbral económico cercano a cero y queda dentro de la categoría de plaga severa o clave.


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FIGURA 4. Plaga severa o clave. Gusano elotero Heliothisz zea en maíz dulce.

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